FIESTAS NAVIDEÑAS Y SALUD MENTAL
Se respira en el aire, se siente en el alma, las calles iluminadas, el frio, los villancicos, las tiendas abarrotadas, la publicidad llena de colores y de infinidad de productos … y es que, con las fiestas navideñas a la vuelta de la esquina, todos tenemos ya en mente comilonas, dulces, vacaciones, regalos y encuentros familiares.
Se dice que la Navidad se ha vuelto una festividad consumista donde prevalece el valor material de los regalos a otros valores más espirituales, no sé si los que trabajamos en salud mental estaríamos del todo de acuerdo con dicha afirmación, ya que en el fondo es también un periodo de tradiciones, de reuniones familiares, balances vitales, vínculos y sobre todo de conciencia emocional.
Y es que no hay nada que despierte más los sentimientos que el tener que estar en festividades familiares en contacto estrecho y prolongado con personas cercanas y queridas, pero no siempre exentas de problemáticas…, de tener que hacer propósitos de año nuevo, que implica valorar si cumpliste los del año pasado o al menos de tomar conciencia de en qué punto estás en tu vida. Y ya no hablar de la presión social y publicitaria que de manera encubierta impone el mensaje de hay que ser feliz y sentir amor cuando a lo mejor justo no estamos en el mejor de nuestros momentos o incluso en el peor de casos hay un ser querido que no va a estar con nosotros este año.
Y no en vano los psicólogos ya preparamos la agenda postvacacional sabiendo que después de navidad llega la resaca emocional que se traduce cada año inexorablemente subida de la demanda asistencial. Problemas de pareja o familiares, tristeza, ansiedad, autocrítica… la lista es más larga que la de los reyes magos.
A lo mejor estaría bien este año anticiparnos un poquito o al menor a potenciar una perspectiva algo diferente, podríamos asumir que estas navidades además de comer mucho, de ver a los parientes y comprar regalos van a haber momentos de cariño, de afecto, plenitud y de ilusión, y también habrá momentos de agobio, de rabia, de tristeza… y si este año nos permitimos todo esto? Y si abrazamos estas festividades desde la autoaceptación, la coherencia y el amor incondicional hacia uno mismo y hacia el mundo…. y además de todo esto para colmo lo disfrutamos y aprendemos de ello?
Nosotros desde nuestro centro, lanzamos esta propuesta y por supuesto nos lo ponemos como reto también a nosotros mismos, solo faltaría!
En cuanto a vosotros, queridos, si no lo conseguís no os preocupéis para nada, sabemos que lo que proponemos cuesta mucho y nadie nace aprendido, siempre podemos esperar a que vengan años mejores y sino, en última esencia , si os apetece, os esperamos en enero!!
Os deseamos de corazón, estas navidades amor, ilusión, esperanza y una muy buena conexión emocional!!
